40 Hábitos de gente feliz
En este post/video encontrarás una relación de 40 hábitos para vivir mejor y llegar a tener felicidad. Porque antes de tener una vida perfecta, deberíamos buscar una vida feliz.
01. Tómate de 10 a 30 minutos para correr todos los días.
02. Siéntate en silencio durante al menos 10 minutos cada día.
03. Nadie es responsable de tu felicidad, excepto tú.
04. Lo que otras personas piensen de ti, no es tu asunto.
05. Vive con las 3 E´s ENERGÍA, ENTUSIASMO, EMPATÍA.
06. No te tomes a ti mismo, demasiado en serio. Nadie más lo hace.
07. La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas, la existencia es tu madre, ella te cuida, te provee y te protege.
08. Tómate un tiempo para practicar la meditación, el yoga y la oración.
09. Come más alimentos que crecen en los árboles y plantas y come menos alimentos que sean procesados en las plantas o fábricas.
10. Duerme durante 8 horas diarias.
11. BEBE ABUNDANTE AGUA. "Bebe al menos 2 litros de agua por día"
12. Juega más juegos.
13. Lee más libros que los que leíste el último mes.
14. Pasa tiempo con personas mayores de 70 y menores de 6, te sorprenderás de todo lo que ellos te pueden enseñar.
15. Vive más en la realidad mientras estás despierto.
16. Trata de hacer sonreír a la gente, por lo menos, cada día.
17. No pierdas tu preciosa energía en el chisme.
18. Olvida los problemas del pasado. ¡No te asocies con los errores del pasado, suéltalo!
19. No pierdas tiempo con pensamientos negativos o cosas que no puedes controlar. En vez de eso, invierte tu energía en el hermoso momento presente.
20. Dáte cuenta de que la vida es una escuela y tú estás aquí para aprender. Los problemas son simplemente parte del plan de estudios que aparecen y se desvanecen como las clases de álgebra, pero las lecciones las aprendes para toda la vida.
21. Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo.
22. sonríe y ríe mas.
23. La vida es demasiado corta para perder el tiempo odiando a nadie, así que, deshazte de los malos sentimientos siendo más consciente.
24. Tú no tienes porqué ganar cada discusión. Acuerda estar en desacuerdo.
25. Haz las paces con tu pasado para que no se eche a perder el presente.
26. "No compares tu vida con la de otros". No tienes idea de lo que han sido sus viajes.
27. Perdona a todos por todo.
28. La compresión de lo que es fútil o no, es lo que lo cura todo. El tiempo cura cuando no comprendes.
29. Buena o mala la situación, esta cambiará.
30. De tu trabajo no tendrás cuidado cuando estés enfermo. Tus amigos lo harán. Mantente en contacto.
31. Deshazte de cualquier cosa que no te sea útil, eso libera y es hermoso.
32. Lo mejor está aquí y ahora, porque el futuro nunca llega.
33. No importa cómo que te sientas, levántate, vístete y emerge.
34. Disfruta de la vida en cada momento, busca siempre lo nuevo.
35. Disfruta de tu familia a menudo.
36. Tu ser interior es siempre feliz. Entonces sé feliz.
37. Cada día entrégale algo bueno a alguien más.
38. No hagas más de lo que puedas hacer. Conoce tus límites.
39. Cuando te despiertes vivo en la mañana, da gracias por ello.
40. Ámate a ti mismo, porque tú eres único y maravilloso en tu propio camino.
ARREGLANDO EL MUNDO
Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos.
Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas.
Cierto día, su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar.
El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado.
Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su atención.
De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba. Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie.
Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente: -Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo.
Al principio el padre no creyó en el niño. Pensó que sería imposible que, a su edad hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes.
Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño.
Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz? De esta manera, el padre preguntó con asombro a su hijo:
- Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo lograste?
- Papá, respondió el niño; yo no sabía como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía como era. "Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y vi que había arreglado al mundo".
UN GANADOR
Cuando un ganador comete un error, dice: "Yo me equivoque" y aprende la lección.
Cuando un perdedor comete un error, dice: "No fue mi culpa" y se la hecha a otros.
Un ganador sabe que la adversidad es el mejor de los maestros.
Un perdedor se siente una víctima ante la adversidad.
Un ganador sabe que el resultado de las cosas depende de él.
Un perdedor cree que la mala suerte sí existe.
Un ganador trabaja muy fuerte y se genera mas tiempo para sí mismo.
Un perdedor esta siempre "muy ocupado" y no tiene tiempo ni para los suyos.
Un ganador enfrenta los retos uno a uno.
Un perdedor le da vueltas y no se atreve a intentarlo.
Un ganador se compromete, da su palabra y la cumple.
Un perdedor hace promesas, no asegura nada y cuando falla solo se justifica.
Un ganador dice: "Yo soy bueno, pero voy a ser mejor".
Un perdedor dice: "Yo no soy tan malo como lo es mucha otra gente".
Un ganador escucha, comprende y responde.
Un perdedor solo espera hasta que le toque su turno para hablar.
Un ganador respeta a aquellos que saben más que él y trata de aprender algo de ellos.
Un perdedor se resiste con aquellos que saben mas que él y solo se fija en sus defectos.
Un ganador se siente responsable por algo más que su trabajo solamente.
Un perdedor no se compromete y siempre dice, "Yo sólo hago mi trabajo"
Un ganador dice, "Debe haber una mejor forma de hacerlo..."
Un perdedor dice, "Esta es la manera en que siempre lo hemos hecho".
Un ganador es parte de la solución.
Un perdedor es parte del problema.
Un ganador se fija en "cómo se ve la pared en su totalidad".
Un perdedor se fija "en el ladrillo que le toca colocar".
Saludos, GANADOR!!!
La Riqueza:
Un día como cualquiera, un padre de una familia adinerada llevó a su hijo a un viaje por el campo con el firme propósito que su hijo viera cuan pobre era la gente que vive en el campo.
Estuvieron pasando todo el día y la noche en una granja de una familia campesina muy humilde.
Al concluir el viaje, ya de regreso a casa, el padre le pregunta a su hijo:
Padre: ¿Qué te pareció el viaje?
Hijo: Muy bonito, papa
Padre: ¿Viste lo pobre que puede ser la gente?
Hijo: Si
Padre: ¿Y qué aprendiste?
Hijo: Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cinco. Nosotros tenemos una piscina larga hasta a la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que no tiene fin. Nosotros tenemos lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. Nuestro patio llega hasta la muralla de la casa, el de ellos tiene todo un horizonte. Ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia, tú y mi mamá tienen que trabajar todo el día y casi nunca los veo.
Al terminar el relato, el padre se quedó mudo, y su hijo agregó:
Gracias papá, por enseñarme lo ricos que podemos llegar a ser!!!
Póngale título a la historia:
Un día una mujer joven se acercó a su padre y tristemente le dijo:
— Papá ¡estoy tan cansada de todo! tengo muchos problemas en el trabajo, en mi vida personal y ya no tengo fuerzas...¿qué puedo hacer? Su padre le respondió:
— Permíteme mostrarte:
Puso en el fogón tres ollas con agua y trajo una zanahoria, un huevo y café. Luego puso un ingrediente en cada uno de los tres recipientes. Al cabo de algunos minutos apagó el fogón y le preguntó a su hija:
— ¿Qué ha pasado con lo que puse en el agua?
— Pues papá, la zanahoria se coció, el huevo también. El café se disolvió, — respondió la chica.
— Así es, — respondió el padre, — pero si lo vemos más profundamente nos damos cuenta que la zanahoria, que era tan fuerte se hizo blanda y flexible. El huevo que parecía tan frágil y delicado se volvió duro. Su aspecto es el mismo, pero interiormente cambiaron, cada uno a su manera bajo una misma situación: el agua hirviente. Lo mismo ocurre con las personas: los que parecen fuertes pueden resultar siendo los más débiles y aquellos que parecen más indefensos y delicados se vuelven duros y rígidos...
— Maravilloso pero ¿y el café? — preguntó curiosa la hija.
— Ah, pues el café es lo más interesante. Se disolvió completamente en el ambiente hostil y lo cambió, hizo del agua hirviente una bebida deliciosa y aromática. Hay personas que al entender que no pueden salir de determinada situación, deciden cambiarla y convertirla en algo positivo, poniéndo a disposición su conocimiento y a sí mismas para hacer de eso algo mejor. Es la elección de cada uno en qué convertirse luego de pasar por una situación difícil.
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